Análisis vexilológico de la bandera de Azuero
Sobre el diseño de la Bandera de Azuero, el vexilólogo (experto en banderas) don Jaume Ollé Casals ha dicho lo siguiente:
Quisiera escribir unas líneas para mostrar mi sincera admiración por la bandera de Azuero y felicitar a su autor, don Roberto Pérez-Franco.
Las banderas deben cumplir determinadas normas sin las cuales su finalidad no puede alcanzarse: deben ser fácilmente identificadas, deben cumplir con las reglas heráldicas en los colores, y deben ser lo suficientemente simples como para ser confeccionadas con cierta facilidad y ser recordadas. La bandera de Azuero cumple perfectamente estas condiciones: tiene una composición vexilológica pura, unas medidas rigurosas, y un colorido llamativo y atractivo, combinado adecuadamente, y es perfectamente identificable entre miles de banderas. Es realmente una bandera espléndida que combina la simplicidad con la facilidad de identificación.
En la actualidad muchas nuevas banderas aparecen sobrecargadas con símbolos apenas visibles para el observador; con letras, totalmente ilegibles cuando no hace viento o en la distancia, y con elementos impropios como signos de dólar u otros de naturaleza inadecuada. Por el contrario la bandera de Azuero muestra únicamente el diseño clásico de bandera, con una composición espléndida tremendamente atractiva para el ciudadano.
Hay un libro publicado por el Flag Research Center [Centro de Investigación de Banderas] de Massachusetts, EEUU, que trata sobre las características que debe tener una buena bandera: ser simple en su diseño y ser identificativa. Los escudos o emblemas complejos, las letras u otros elementos hacen que muchas banderas sean difíciles de reproducir, e imposibles de ver y menos de recordar en sus pequeños detalles. Su uso original en el mar las haría totalmente inútiles, pero aun en tierra difícilmente cumplen con su función. En cuanto a su diseño es esencial no sólo que sea distinta a otra bandera, sino que no se confunda. Los casos de Mónaco e Indonesia, Rumania, Andorra y Chad, México e Italia, banderas como la húngara o la iraní que casi nadie es capaz de recordar cual es la franja superior y cual la inferior, o banderas demasiado similares como la de Costa de Marfil y la de Irlanda, o la Colombia y la de Ecuador, no cumplen completamente con su tarea de ser el símbolo por el cual, con la simple visión de los colores, se identifica al Estado o nación que representa.
Otro principio para una buena bandera es la combinación adecuada de los colores. Las reglas heráldicas establecen que los esmaltes (en las banderas llamados colores) son de dos clases: los claros (amarillo-dorado y blanco-plata) y los fuertes (verde, rojo, negro y azul). Los colores fuertes deben estar separados entre sí por colores claros. No sería admisible el azul al lado del verde por ejemplo, aunque estas combinaciones se dan con notable frecuencia.
La bandera de Azuero cumple 100% estos principios básicos en la forma correcta que las reglas heráldicas han establecido durante siglos y que han demostrado su eficacia.
La bandera de Azuero es una bandera única en su diseño. No contiene elementos extraños. Cualquiera puede identificarla a primera vista. Cualquiera puede adquirir las telas para confeccionarla incluso manualmente. Los colores se combinan perfectamente con cumplimiento de las reglas heráldicas. El conjunto resulta extremadamente atractivo. Aún más, la bandera de Azuero llega más lejos y logra una composición que simbólicamente y hasta matemáticamente, es representativa de las dos provincias donde Azuero se ubica. Es sin duda una bandera con un gran futuro; cada día será más popular.
Jaume Ollé Casals
España, 21 de julio de 2002
Nacido en 1955 en Reus, Catalunya, don Jaume Ollé Casals es Miembro del Consejo de Dirección de la Sociedad Española de Vexilología, de la Asociación Catalana de Vexilología y de otras veinte sociedades vexilológicas extranjeras. Su pasión por las banderas nace a los 15 años: su colección personal de 170 mil imágenes de banderas es la más amplia del mundo. Funda en 1988 la revista internacional Flag Report, distribuida en más de 40 paises, de la cual es actual director. En su juventud participó activamente en la lucha contra Franco. Con la máxima calificación se convirtió, a los 23 años, en el Oficial de Notaria más joven de España. Es autor de un tratado sobre cronología y cartografía histórica en 15 tomos. Actualmente prepara una obra sobre la Historia de Navarra y Pamplona hasta el año 908. Es casado y padre de dos hijas.