alma y clavel

Alma
¡qué bella lucías junto al clavel!
Si hasta me pareció que
entre tú
- que eres flor de fuego -
y el clavel
no dejaban lugar para más belleza en la estrecha estancia

Te miré con recato varias veces
fascinado por la visión reveladora
del clavel tembloroso entre tus manos frágiles

El tallo del clavel
esbelto como tu cintura
jugueteaba entre tus dedos
al tiempo que tu mirada
- rayo de luz y ráfaga de fuego -
buscaba entre los diablos al autor de este pecado.

Los pétalos del clavel
- roja sangre hecha poesía -
se agitaban con tus caricias
pero callaban fielmente su secreto:
mi secreto

Más de una vez tu rostro se acercó a esos pétalos
intentando percibir en su pequeño remolino de seda carmín
la fragancia misteriosa de mi amor callado

¿Acaso no sentiste entre esos pétalos
el palpitar agitado de mi corazón?

Roberto Pérez-Franco