sólo queda

Ya he olvidado esas cosillas
que hace años me enojaron:
los rencores, las rencillas,
tantos celos, los enfados;
actos que - con ironía -
el amor resquebrajaron.

Pero hay cosas, bella mía,
que yo nunca he olvidado:
las que fueron alegrías
disfrazadas de pecados;
la tibieza de tu risa,
de tus besos, de tu abrazo;
tu mirada, tu energía,
tus caprichos, tus encantos;
la noche estrellada y fría,
yo en tu pecho acurrucado;
y tu entrega cada día...

Bella, ¡cuánto te he extrañado!,
y cómo he sufrido - ¡oh, mía! -
porque todo ha terminado.

Sólo queda hoy en mi vida
la nostalgia de lo amado.

Roberto Pérez-Franco