ese algo
Sé que te amo, bella. Así lo siento. Así lo vivo. Pero no acierto a definir qué amo en ti.
¿Será tu cuerpo? Ese cuerpo suave, robusto y delicado, que danza y se estremece con la música o mis roces... igual que otros cuerpos que he visto, quizás más bellos. No es tu cuerpo lo que amo en ti, aunque te exprese mi amor con caricias y besos.
¿Será tu mente? Esa mente inquieta, abierta y creativa, que compone poemas y que se emociona con el arte de las letras o los acordes... igual que otras mentes que he percibido, aún más brillantes. No es tu mente lo que amo en ti, aunque te exprese mi amor con palabras y versos.
¿Será tu alma? Esa alma tierna, cándida y fuerte, que da abrigo a la nobleza y la valentía... igual que otras almas que he encontrado, puras como la tuya. No es tu alma lo que amo en ti, aunque te amo con toda mi alma.
Hay algo más en ti, bella, que se resiste a ser definido, que no acepta ser llamado por un nombre, que no permite a mi pluma encerrarlo en una palabra. Algo que me enciende, me mueve y me llena. Algo que me excita, me llama y me eleva. Algo. Y es precisamente ese algo que mi cuerpo no toca, que mi mente no descifra, que mi alma no abarca... ¡eso es lo que amo en ti!
Roberto Pérez-Franco