Homenaje a Enrique Jaramillo Levi
Mensaje de Roberto Pérez-Franco, enviado en ocasión del Homenaje a Enrique Jaramillo Levi, realizado en la Ciudad de Panamá el 30 de octubre de 2006.
La historia dividirá la cuentística panameña del siglo veinte empleando dos hitos: Sinán y Jaramillo Levi. Igualmente, dos faros sobresaldrán cuando los ojos futuros escruten la crítica y la promoción literaria en el istmo durante ese siglo: Rodrigo Miró y Jaramillo Levi.
Que un gran escritor y antologista de renombre internacional dedique tanto y tan valioso tiempo a promover los textos de otras plumas de menor calado, con afán de adolescente enamorado aunque el calendario le marque ya más de seis décadas, es una bendición para nuestro país y sus letras.
Trabajando hombro con hombro junto a Jaramillo Levi durante los años recientes, noté que la fuente de su energía parece no tener fin. No se cansa. No ceja nunca. No se detiene. Avanzando, creando, con la carreta firmemente amarrada delante de los bueyes, va abriendo camino para los nuevos escritores que, como yo y tantos otros, estamos cosechando lo que él sembró.
Hoy se reunen los amigos de este gran hombre para celebrarlo, y desde lejos me uno al gozo. Me siento en deuda con él, mi buen amigo, porque existió, porque vino antes al mundo a parir literatura, porque sin egoísmo nos guió como hijos de sus propios sueños y nos ha hecho herederos.
Jaramillo siempre ha querido a la literatura de todos como suya. Ahora él es de todos nosotros. Un abrazo,
Roberto Pérez-Franco
26/Oct/06
Cambridge, Estados Unidos.