A un compositor de décimas

Lo mucho que has de luchar,
estímulo debe ser;
esto debes entender:
no te dejes derrotar.

I
Amigo, que no te asombre
que te cante yo esta vez,
trataré - con sencillez -
de elogiar hoy tu buen nombre.
Escúchame tú, buen hombre
mi mensaje has de apreciar:
No debes desanimar
¡nunca dejes de escribir!,
a pesar de percibir
lo mucho que has de luchar

II
Sentirás las asperezas
que se encuentran en la sima,
si esto a ti te desanima
te llegarán más tristezas.
Emprenderás las empresas
más difíciles de hacer
y también has de querer
superarte cada día;
el dolor o la alegría
estímulo debe ser.

III
Que Dios te acompañe a ti
es lo que Le pido hoy;
mi amistad aquí te doy
pues tú me la diste aquí.
Tú siempre tendrás en mí
a un amigo a quien querer,
a un hermano puedes ver
en el que te está invitando
a seguirnos superando,
esto debes entender.

IV
Eres escritor genuino
y tu verso es muy sincero,
por ello digo, certero,
que es un don en tu camino.
¡Muy brillante es tu destino!
Y ya para terminar
tan sólo quiero agregar
el resumen de mi idea:
aunque la cosa esté fea
¡no te dejes derrotar!

Roberto Pérez-Franco
16/May/1998