Los grillos en la olla

Hace dos días, la legisladora Haydée Milanés de Lay, quien está siendo investigada por el fiscal electoral Gerardo Solís por una supuesta compra de votos en Darién, amenazó con "destapar una caja de Pandora y una olla de grillos, si se mantiene la persecución". Sugirió que los partidos PRD y Arnulfista conversen entre sí para evitar otro escándalo como el del caso CEMIS. Estas palabras de Milanés han provocado en mí varias preguntas.

Primero, si Milanés es inocente de lo que se le acusa, ¿por qué se opone a la investigación? Para que su nombre salga limpio, no hay nada mejor que una investigación completa en la cual se demuestre que el cargo contra su persona es totalmente falso.

Segundo, ¿por qué recurre Milanés a una forma de chantaje? Digo chantaje porque amenazar con tomar medidas si no se hace lo que ella pide no puede ser llamado de otra forma. No es propio de personas honestas utilizar el chantaje para detener una investigación en su contra.

Tercero, ¿está Milanés sugiriendo que el escándalo del caso CEMIS respondió efectivamente a actos de corrupción? Esto confirmaría la impresión de una gran parte de la población.

Cuarto, Milanés está aceptando implícitamente que conoce personalmente de un caso de corrupción distinto, pero de la magnitud del caso CEMIS, y que no lo ha dado a conocer todavía. ¿Por qué no ha presentado su denuncia sobre este caso ante las autoridades competentes? Es la obligación de todo empleado público denunciar a las autoridades los casos de corrupción que conozca, y si no lo hace, se convierte en cómplice del delito. En este momento, Milanés ha comprometido su nombre públicamente hasta que denuncie el caso de corrupción que conoce.

Quinto, ¿no es responsabilidad del Ministerio Público investigar de qué caso está hablando Milanés en su amenaza? ¿No debieran ellos iniciar una investigación de oficio para aclarar este asunto?

Tengo más preguntas que respuestas porque no soy versado en derecho. Corresponde a los que sí lo son responder a estas inquietudes.

En mi opinión, en el caso CEMIS la ley salió burlada. Pareciese que los tres órganos del Estado y los miembros de la oposición conspiraron para barrer los añicos de la justicia bajo la alfombra, donde siguen hasta hoy, junto con lo que quedaba de la dignidad que alguna vez tuvo el gobierno de nuestro país. Algo me dice que esta vez pasará lo mismo: las autoridades (¿parte involucrada?) mirarán hacia otro lado, e ignorarán otra vez lo que es a todas luces la confesión de un delito contra todos los panameños.

Sin embargo, no pierdo la fe, porque sé que hay un Dios omnisciente, cuya ley de justicia eterna está por encima de nuestro sistema corrupto, para quien los grillos en la olla son evidentes aunque Milanés no la destape.

Roberto Pérez-Franco
10/Jun/2004

Este artículo fue publicado en la sección Cartas del lector del diario La Prensa el 14 de junio de 2004, bajo el título "No pierdo la fe".